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Las transformaciones El interés de las ediciones en blanco y negro es variado dado que, en determinados casos, los relatos han sufrido múltiples transformaciones. En el proceso de recreación, Hergé hizo frente a numerosas dificultades. La más importante fue sin duda la repaginación de los álbumes. De modo muy general, disminuía el formato de las viñetas y añadía tiras, reduciendo a la mitad aproximadamente el número de páginas. No obstante, aún tuvo que eliminar o acortar ciertas secuencias superfluas, lo que le permitió, al mismo tiempo, proporcionar mayor densidad a sus relatos. De este modo desaparecieron una escena en la que Tintín se enfrenta a unas serpientes en la guarida de los traficantes en Los Cigarros del Faraón, una pelea con un gángster al final de El Loto Azul o una pesadilla arumbaya al principio de La Oreja rota, entre otros. Por el contrario, Hergé se encuentra con un relato demasiado corto en el caso de El cangrejo de las pinzas de oro, y esto le obliga a conservar los cuatro grabados en color fuera de texto de la edición en blanco y negro, lo que explica la presencia de viñetas gigantes únicas en este álbum. Hergé procedió también a múltiples retoques técnicos, rehaciendo aquí y allá las erratas que se habían deslizado en los relatos: una respuesta que podía leerse antes que la pregunta, subidas que, según la lectura, parecían bajar, etc. Todo lo que afectaba a la legibilidad -convertida entonces en la gran prioridad de Hergé- fue reelaborado. De igual forma, en aras del realismo, abundantes detalles fueron corregidos. Con la ayuda de E. P. Jacobs, los trajes sildavos fueron así, enteramente "balcanizados". En última instancia, ciertos diálogos más o menos desmañados se refinaron. Mientras el dibujo se hacía más complejo, los textos devenían más simples.
Finalmente, Hergé se dedica a modificar la dimensión histórica y política de las primeras aventuras. Toda alusión demasiado marcada a Bélgica, todo elemento demasiado datado, fue rehecho. Este acicalamiento se acompaña de una moderación del vocabulario y de una mayor tolerancia. De esta manera, los álbumes fueron depurados de aquello que les ligaba en exceso al contexto de su nacimiento. Al dejarlos con la forma de los álbumes más recientes, Hergé aseguró la coherencia de su universo.
Cualidades innegables Si los álbumes en blanco y negro no presentan ni la calidad técnica ni la coherencia extraordinarias de las ediciones en color, no son por ello obras de segunda fila. Bien al contrario, Hergé ha desarrollado ahí una técnica gráfica muy completa que no puede compararse con la de las nuevas ediciones. De igual forma que el cine en blanco y negro posee su estética bien particular, los álbumes en blanco y negro tienen un estilo que les es propio y que les da en gran parte el encanto. Al presentar el medio ciertas limitaciones, Hergé no se propone tanto mostrar con realismo los diseños como el sugerirlos. El dibujo es extremadamente depurado y simplificado, lo accesorio se deja de lado para reseñar mejor lo esencial. Es sin ninguna duda en El Loto azul donde este arte se ha llevado más lejos, en gran parte gracias a la influencia de Tchang. Nada ahí distrae al lector. El decorado está sorprendentemente desnudo, y por tanto todo sugiere a China. En la escena del embarque nocturno de Tintín, sólo la silueta del barco viene a insinuar su presencia, pero ¡con qué fuerza! Esta simplicidad, esta fineza y esta elegancia de trato dan una dimensión totalmente distinta a las aventuras de nuestro héroe...
Una aventura olvidada... Además de las ediciones mencionadas precedentemente, otra aventura nació al principio en blanco y negro, sin aparecer no obstante en álbum de esta forma. El Oro negro debía, en origen, seguir a El Cetro de Ottokar. Entonces, su publicación en las páginas del Petit Vingtieme fue interrumpida en mayo de 1940 por la invasión de Bélgica por las tropas alemanas. Al estar el relato demasiado politizado, Hergé tuvo que abandonarlo. Tras la guerra, lo empezó de nuevo, en color. Por otro lado, las 56 planchas de antes de la guerra no fueron jamás publicadas. Y hasta aquí una breve ojeada...
Los facsímiles de los Soviets y de las ocho ediciones en blanco y negro están disponibles en Casterman. Existe asimismo un estuche "Tintín en blanco y negro" conteniendo los nueve álbumes en formato miniatura, de una legibilidad asombrosa...
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